Daniel La derrota en el derbi de la Copa del Rey habría generado conflictos entre jugadores y cuerpo técnico.
La caída a manos del Barcelona el pasado miércoles en el Bernabéu, no parece pasar desapercibida por las toldas merengues, por el contrario, según la prensa española ha generado diferencias entre algunos jugadores y el cuerpo técnico. Para Marca.com, el episodio más duro tuvo lugar el pasado viernes, en el primer entrenamiento post Clásico. Ahí Mou llamó a los titulares para analizar el partido ante el Barcelona y lo que empezó siendo una charla terminó siendo una batalla dialéctica entre técnico y jugadores. Aunque varios jugadores hablaron, ninguno lo hizo como Sergio Ramos, quien expresó en todo momento su inconformidad con las palabras del entrenador luso. El primer roce entre Mou y Ramos llegó cuando el entrenador les pidió protección ante los medios.
«Me habéis matado en la zona mixta», dijo Mou mirando a Ramos, jugador que no se había mostrado del todo satisfecho con el planteamiento de su técnico. Sergio no se calló: «No, míster, usted ha leído sólo lo que pone en la prensa, no todo lo que dijimos». La polémica continuó en previa al duelo liguero: «Mañana seré yo el que dé la cara en la rueda de prensa», insistía Mourinho a sus jugadores. «Claro, míster, es que usted no nos deja hablar. Ni dar entrevistas ni ruedas de prensa». Ademas: «Usted se enfadó con Iker por pedir perdón a Xavi, y ¿qué es lo que hizo ayer Pepe en el vídeo, míster?», contestaron algunos futbolistas.
Luego el centro de discusión fue el gol del empate que marcó Carles Puyol. «Piqué y Puyol estaban haciendo pantalla y decidimos cambiar los marcajes», justificó Ramos. «¿Qué pasa, que ahora juegas a ser entrenador?», le replicó Mourinho. «No, pero dependiendo de la situación del partido, hay veces que hay que cambiar los marcajes. Y como usted nunca se ha vestido de corto, no sabe que a veces se dan esas situaciones», volvió a contestar tajante el defensa. Ojala por bien del Madrid estas diferencias no pasen a mayor plano y terminen ahí, porque de lo contrario todo acabaría con el final de temporada y las manos vacías, o en el peor de los casos con el despido del míster.